René Descartes
Descartes estudió en una Universidad jesuita llamada
La Fleche donde aprende Fª Escolástica, matemáticas, atomismo, estoicismo,
escepticismo y (neo)platonismo. Terminó licenciándose en derecho. Conoce a
Isaac Beeckman, físico y matemático con el que crea la geometría analítica.
Escribe 2 libros inéditos, Sobre la luz y Sobre
el hombre. El primero trataba sobre las leyes de la naturaleza de base
mecanicista (típico del siglo XVII) para explicar la naturaleza humana.
Descartes busca un nuevo fundamento para la ciencia
general:
- - Frente a los principios universales de la
sustancia.
- - Busca una universalidad debida al conocer
y sus principios.
Esos principios son relativos a cómo conocemos las
cosas, no a lo real, porque la realidad sensible no es aprehensible. No son
principios de lo real (como en el aristotelismo) sino de cómo conocemos lo
real. No es una investigación sobre las cosas sino sobre el conocimiento (y
entendimiento) del humano.
``La
sabiduría consiste en el perfecto conocimiento de cuanto el hombre puede conocer´´.
Esto es lo que se conoce como el giro de la filosofía
moderna, por eso Descartes es dicho de ser el padre de la Modernidad.
El Método
De la universalidad de la razón se sigue también la
universalidad de la ciencia. ``La razón es la facultad de juzgar bien y de
distinguir lo verdadero de lo falso. Es la cosa mejor repartida del mundo´´. Lo
que universalmente constituye el fundamento de las ciencias, que no es otra
cosa que la sabiduría humana, permanece como unidad y la misma es aplicada a
diferentes objetos. El fundamento de todas las ciencias es la razón, todas las
ciencias están creadas por la razón.
Las cosas son como son pero yo solo puedo conocerlas
de la forma en la que estoy hecho yo. Conocemos las cosas con respecto (a). ¿Conocemos
las cosas? Sí, pero de un modo determinado. ``Consideramos aquí las cosas en
cuanto han de ser conocidas y no la naturaleza de cada una de ellas´´.
La investigación de la naturaleza debe comenzar con
una investigación de la razón humana. Aquí se ve el rasgo de la razón limitada
del ser humano, que una característica típica del pensamiento moderno.
La razón humana conoce de modo indubitable según orden
y medida. No me interesan las cosas en sí mismas sino lo que puedo conocer de
las cosas de modo indubitable. Podemos conocer según orden y medida. El
conocimiento científico sólo se puede lograr mirando de un modo determinado (según
orden y medida).
Se buscan los principios universales del conocimiento
del ser que no son otra cosa que los principios del entendimiento humano. Estos
principios han de conocerse mediante la razón. Descartes se fija en la
geometría y en la aritmética para explicar la razón. Si analizamos el método de
la geometría encontraremos los principios generales de la razón humana.
El método son reglas ciertas y fáciles, no tomará
nunca nada falso por verdadero. El método es un artilugio, un artificio creado
por el filósofo. El método sirve para que quien lo use no se equivoque por muy
obtuso que sea. Descartes quiere no tomar lo falso por verdadero y llegar al
conocimiento de todas las cosas. La intuición es la 1rª capacidad de la razón.
También es importante el papel de la deducción. Descartes tendrá problemas al
ver la certeza de las reglas de su propio método. ¿Necesitamos un método para
saber si el método (actual) está bien?
La intuición es la concepción de la mente pura, atenta
y distinta en la que sin apoyarme en nada más, entiendo y sé que x es verdadero
porque ha de ser necesariamente verdadero y no puede ser falso. Como dos líneas
rectas que nunca se cruzan. Es más cierta que la propia deducción.
Veo que x es verdadero y sé por qué, esto es la claridad.
Es decir, veo que algo es verdadero y veo por qué no puede ser falso porque
entiendo que no puede ser falso.
La deducción se hace a partir de las intuiciones. La
deducción es un movimiento lógico continuo y puedo inteligir de la intuición
una verdad. La deducción tiene el problema de la memoria.
La operación es:
1. Intuición.
2. Deducción
3. Memoria
– la memoria es falible y no se contempla en el método, por tanto Dios va a
tener que echarnos aquí una mano.
El criterio de verdad de Descartes es el siguiente: La
Verdad es aquello que se pretende indubitablemente al sujeto como
necesariamente verdadero.
Es necesario resaltar que la intuición sensible no es
una intuición.
Reglas del Método:
- - 1ra regla: Lo verdadero es aquello que no
puede ser falso y es necesariamente verdadero. Aquello que se me presenta clara
y distintamente a mi espíritu de forma indubitable.
Es menester decir que las verdades en Descartes son
verdades básicas (proposiciones cortas).
- - 2da regla: dividir las dificultades lo
máximo posible para su mejor solución y así llegar a la 1ra verdad.
- - 3ra regla: conducir con orden los pensamientos
empezando por lo fácil y acabando por lo más difícil. A partir de la primera
verdad, deducir las siguientes verdades.
- - 4ta regla: revisar ampliamente para estar
seguros de no haber omitido nada.
Una vez tengo la premisa básica he de aplicarle el
criterio de verdad.
La indubitabilidad es que a la mente le aparece con
claridad que algo es verdadero, precisamente porque le aparece que no puede ser
más que verdadero.
Lo dudoso no puede ser verdadero, pues ya es falso. La
intuición se aplica sobre verdades simples. Conocer con claridad supone conocer
con distinción que algo no puede ser falso y por qué. El criterio escéptico
está aquí al servicio del método por la verdad.
Hay que distinguir la intuición de un a priori. Toda
intuición es a priori pero no todo a priori es una intuición. También hay a
priori por deducción.
Conocimiento por los sentidos
En el pasado todos no hemos engañado por los sentidos
(o hemos sido engañados por ellos). Si no has engañado una vez, pueden
engañarnos varias. Si en aquel entonces hemos creído estar en lo cierto cuando
en realidad nos engañábamos, ¿qué impide que este sea uno de esos momentos? El
conocimiento sensible es dudosos e inseguro, por tanto es falso y no es una
fuente de conocimiento.
Aún así, no es lo mismo dudar sobre si la torre que
veo a un km tiene base triangular o hexagonal que si dudo sobre si tengo un
cuerpo o no, ya que de mi cuerpo siento por ejemplo mi peso. Nunca me he
engañado sobre si tengo cuerpo.
Sueño y vigilia
Alguna vez hemos soñado que estamos en otro cuerpo o
en nuestro propio cuerpo con diferentes disposiciones. Para Descartes, no hay
indicios claros para distinguir sueño y vigilia. Para otros si podemos
distinguir sueño y vigilia pues en la vigilia hay orden y causa/efecto y en el
sueño no. Descartes dice que en los sueños también creemos que no soñamos y
estamos soñando. Este puede ser uno de esos momentos.
El argumento del sueño sirve para demostrar que no
tengo cuerpo y que puede dudar de ello. Antes de demostrar esto, ha demostrado
que el conocimiento sensible es falso.
Queda para Descartes dudar de lo indudable, las
verdades matemáticas. El argumento del sueño no puede acabar con las verdades
matemáticas. Tenga mi cuerpo o no, 2+2=4. Por tanto, provisionalmente, las verdades
matemáticas son verdaderas e indubitables.
Aunque cabe recordar, ¿es el método de Descartes el
fundamento de la verdad? ¿Necesita un método para saber si su método es
verdadero? ¿Y un método sobre ese método, y así, ad infinitum?
Duda hiperbólica
Las verdades matemáticas parecen cumplir el criterio
de la duda (el criterio de verdad). Pero, ¿es seguro que no me estoy engañando?
¿Es verdadero el criterio de verdad? Descartes pone en duda a continuación el
criterio de verdad, que es el que dice que las verdades matemáticas son
verdaderas. ¿Qué ocurre si le aplico el criterio de verdad al criterio de
verdad? (¿Es necesario?) Si hago esto (aplicar el criterio de verdad de forma
reflexiva), el criterio de verdad pasaría a ser dudoso. Al ser dudoso, el
criterio de verdad pasa a ser falso y por consiguiente, las verdades
matemáticas también.
La duda hiperbólica es la radicalización reflexiva
(porque se aplica sobre sí misma) de la duda. En Descartes podemos ver continuamente
que hay un uso de un escepticismo metodológico. De la duda hiperbólica se originará
más tarde el argumento del genio maligno.
Hay que destacar que Descartes se encuentra filosóficamente
entre la Tradición y la Modernidad. En la Modernidad Dios deja de ser el
garante último de la verdad y se intenta buscar esta por medio de la razón sin
intentar recurrir al recurso de Dios. Lo que pone en cuestión en última
instancia Descartes es la vigencia de la razón y de la ciencia.
``Si
dudo de todo, porque me engaño sistemáticamente, no es cierto que pueda dudar
de todo porque si me engaño, dudo y pienso algo, y si pienso es porque soy´´.
Si dudo pienso, y si pienso soy. La primera verdad no
refuta la hipótesis del genio maligno, sino que se deriva de ella (aunque no es
una derivación lógica).
Si pretendo dudar de todo, eso implica dudar de la
propia validez de la razón, pero eso no es posible, ya que para dudar de la
razón uso la propia razón, llegando a un callejón sin salida, es decir, una
contradicción. Por tanto, es imposible dudar de la validez de la razón (se
muestra aquí la validez de la razón como límite transcendental de todo pensar).
Puedo dudar de todo menos de la razón.
Si es 1ra verdad (pienso, luego existo y que no se
puede dudar de la validez de la razón) sólo puede ser obtenida mediante la
intuición.
Aquí un filósofo llamado Antoine Arnauld hará una
buena crítica. Dice que esa verdad no es válida porque ha sido obtenida por
deducción y no por intuición. El esquema de Arnauld es el siguiente:
-
1ra premisa – Pienso
-
2da premisa (implícita) – Todo lo que
pienso existe
-
Conclusión – Soy
Aún así Descartes seguirá diciendo que es imposible
que lo que pienso no exista.
Volviendo a Descartes dice que yo existo como
sustancia cuya naturaleza es el pensar. El pensamiento es ``comprendo todo
lo que está en nosotros de modo tal, que somo inmediatamente conscientes de
ello´´.
La nada no tiene propiedades, esta es una tesis
medieval que defiende Descartes. Por tanto, si yo hago una operación, como pensar
por ejemplo, esa operación tiene que haberla hecho algo, no nada porque la nada
no hace (como mucho nadea, como decía Heidegger). Esa operación ha de provenir
de una sustancia. Si se piensa, tiene que pensar algo.
El yo es por tanto una res (cosa en latín), una
sustancia, entendida como algo en lo que se dan propiedades y atributos y yo de
ella sólo conozco su característica fundamental, que piensa y que es
pensamiento.
Varios criticarán esto. Uno de ellos fue Kant que
argumentaba que una cosa es decir que piensas y otra es decir que existes. Para
existir se necesita espacio y tiempo (a prioris del pensamiento) cosa que
Descartes no tiene en cuenta. Del pensar no se deriva la existencia. El mundo
del pensamiento, dirá Kant, no es en sí mismo real. Además, se puede existir de
diferentes modos. En lenguaje aristotélico, se puede existir como sustancia o
como accidente.
Thomas Hobbes también lo criticará. Dirá Hobbes que
solo hay una res, el cuerpo físico, o mejor dicho, la materia. Si si pienso soy
una sustancia pensante entonces dirá Hobbes que si paseo, el paseo existe y yo
soy una sustancia paseante, lo que sería absurdo y por analogía afecta argumento
de Descartes. Sólo existe en el espacio y el tiempo lo material. El movimiento
es una propiedad física. Tanto el pensamiento como el movimiento son
operaciones del cuerpo y pensamiento es también un movimiento del cuerpo, no
algo independiente de este.
La idea de Dios y el problema de la
adecuación
El objetivo de Descartes es construir un sistema a
partir de la 1ra verdad. La primera verdad es que pienso, luego existo. Es
intuitiva (no a priori).
¿Qué es lo que hace que pienso, luego existo sea
verdadero?
``No
hay nada en pienso, luego existo que me asegure que digo la verdad, pero es
claro que para pensar es preciso ser, juzgué que podía admitir esta regla
general: las cosas que concebimos de forma clara y distinta son todas
verdaderas, sólo hay dificultad en identificar exactamente cuáles son las que
concebimos distintamente´´.
Aquí se dice que a veces puedes dudar sobre si algo es
claro y distinto. Descartes parece caer en contradicción aquí pues antes había
dicho que de lo claro y distinto no se puede dudar. Es decir, el criterio de la
duda es falible al poder dudar de él, entre otras cosas, por la razón y por el
genio maligno. Es verdad según Descartes todo aquello que concibo con claridad
que es verdad y lo distingo por tanto con claridad de lo que no es, porque
entiendo por su propia noción por qué no puede ser de otro modo.
Descartes también reflexiona sobre el concepto de la
matemática diciendo que algo es verdaderamente tal como lo concibo si no puedo
pensarlo más que de ese modo determinado. Lo real es tal como es si no puedo
pensarlo más que de la forma en que la pienso.
Kant criticará esta última idea diciendo que una cosa
es la necesidad del pensamiento y otra la necesidad de la existencia. De lo
primero no se sigue lo segundo. Sólo estamos hablando de un sujeto determinado
y su modo de pensar, y de aquí no se deriva la existencia de lo que se piense.
A pesar de decir esto, Descartes aún no ha refutado la
hipótesis del genio maligno. Descartes tiene que demostrar pues que la realidad
tiene un sentido y que la naturaleza de la razón no me engaña al pretender
captar el sentido del mundo tal como yo lo concibo. En la realidad hay un orden
natural que es equivalente al orden natural de la razón. Pero hay una razón
superior en la nuestra, la de Dios, que es el fundamento ontológico de lo real
tal y como es. Crea a la res cogitans tal y como es y no permite que la razón
nos engañe sistemáticamente al conocer la verdad, si permitiese que nos
engañase, Descartes iría aquí contra la religión de su época y eso tenía riesgo
de herejía y muerte.
Pruebas de la existencia de Dios (finalidad:
refutar al genio maligno)
``Todas
las ideas tienen la misma realidad subjetiva en tanto que las pensamos, pero no
la misma realidad subjetiva en tanto que representan la realidad de los sentidos
y grados diferentes´´
Entre esas ideas está la idea de infinitud, ¿cuál es
la causa de que yo pueda pensar en lo infinito? ¿A qué se debe? La causa debe
ser que exista un ser que represente en la realidad la magnitud de tal idea. Si
tengo la capacidad de pensar en lo infinito es porque tiene que existir algo
infinito. Si Dios existe, desaparece y se cae la hipótesis del genio maligno.
Esta idea será criticada por John Locke que dirá que
la razón humana nos permite formular el contrario de un concepto. Nosotros somos
finitos, y la razón puede pensar en su contrario, que sería lo infinito. Igual
con lo imperfecto (que seríamos los humanos), podemos pensar lo perfecto y de
aquí no se sigue la existencia de Dios. Solo podemos pensar en lo infinito de
modo negativo, como contrario a lo finito. Esto es una tesis empirista. Los
empiristas (enemigos intelectuales y filosóficos de los racionalistas, como
Descartes, Spinoza o Leibniz) dicen que sólo conocemos por los sentidos, y por
los sentidos sólo conocemos la finitud, no la infinitud. Del pensamiento de lo
finito pensamos, a partir de este, su contrario, lo infinito. Pero eso no
quiere decir que lo infinito exista. No tenemos capacidad de conocer lo
infinito porque no se percibe por la experiencia y los sentidos pero sí tenemos
la capacidad de entenderlo. Las ideas están relacionadas con el entendimiento y
no tanto con el conocimiento. El entendimiento es superior al conocimiento
puesto que puede imaginar lo que no podemos conocer, por ejemplo, una línea
recta infinita.
Descartes también usa el argumento ontológico de San
Anselmo. Si pienso que Dios es perfecto, entonces necesariamente tiene que
existir porque la existencia está dentro de la perfección. Por tanto, Dios
existe necesariamente. Igual que de un triángulo no puedo negar sus propiedades
esenciales, que tiene 3 lados y 3 ángulos, de Dios no puedo negar las suyas y
por consiguiente, no puedo negar su existencia al ser la existencia una
propiedad suya esencial.
La garantía adicional de la prueba de la existencia de
Dios es que no me engaño cuando recuerdo haber conocido intuitivamente con
claridad y distinción. Se garantiza que el encadenamiento de verdades en la
mente no es falible y que se corresponde con un orden racional presente en la
realidad.
El resultado de esto es la refutación del genio
maligno, es decir, que el sujeto cuando no se engaña cuando piensa mediante
ideas innatas e intuitivas con claridad y distinción mediante las ideas de su
mente. Cuando demuestro que existe Dios se refuta la hipótesis del genio
maligno y se aceptan las verdades de la matemática y de la física.
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